El compostaje es bueno para la tierra y relativamente fácil incluso para un principiante. Sin embargo, la temperatura del suelo, los niveles de humedad y un cuidadoso equilibrio de los elementos del compost son necesarios para una descomposición exitosa. El hongo blanco en los contenedores de abono es una vista común cuando hay actinomicetos presentes.
¿Qué son los actinomicetos? Esta es una bacteria parecida a un hongo, que actúa como descomponedora, rompiendo el tejido vegetal. La presencia de hongos en el compostaje puede ser algo malo e indicar un equilibrio inadecuado de los agentes bacterianos, pero los actinomicetos en el estiércol y otros materiales orgánicos indican una descomposición exitosa de elementos fibrosos resistentes.
¿Qué son los actinomicetos?
Los hongos son componentes importantes de la descomposición del compost, combinados con bacterias, microorganismos y actinomicetos. Los finos filamentos blancos que se asemejan a las telarañas en pilas orgánicas son organismos beneficiosos que parecen hongos pero en realidad son bacterias. Las enzimas que liberan descomponen elementos como la celulosa, la corteza y los tallos leñosos, elementos que son más difíciles de manejar para las bacterias. Es importante estimular el crecimiento de esta bacteria para obtener una pila de abono saludable que se descomponga rápidamente en un suelo rico y profundo.
Los actinomicetos son bacterias naturales que se encuentran en el suelo. La mayoría de estas bacterias prosperan en las etapas calientes del compostaje, pero algunas solo son tolerantes al calor y acechan en los bordes más fríos de su pila. Estas bacterias carecen de núcleos pero desarrollan filamentos multicelulares como los hongos. La apariencia de los filamentos es una ventaja para una mejor descomposición y una situación de compost bien equilibrada.
La mayoría de los actinomicetos necesitan oxígeno para sobrevivir, por lo que es especialmente importante voltear y airear la pila con regularidad. Los actinomicetos crecen más lentamente que las bacterias y los hongos y aparecen más tarde en el proceso de compostaje. Contribuyen al rico color marrón oscuro del compost terminado y agregan un olor distintivo a "madera" a una pila saludable.
Hongos que crecen en el estiércol
Los hongos son saprófitos que descomponen el material muerto o moribundo. A menudo se encuentran en los desechos animales, especialmente en sitios secos, ácidos y bajos en nitrógeno que no son compatibles con las bacterias. Los hongos que crecen en el estiércol son una parte inicial de la descomposición de los desechos, pero luego los actinomicetos se hacen cargo.
Los actinomicetos en el compost de estiércol también se encuentran naturalmente y ayudan a digerir proteínas y grasas, ácidos orgánicos y otros materiales que los hongos no pueden en condiciones de humedad. Puede notar la diferencia al buscar los filamentos de araña en los actinomicetos frente a los grupos de pelusa gris a blanca creada por las colonias de hongos.
Los actinomicetos en el abono de estiércol forman un producto importante que se utiliza en muchas prácticas de producción de hongos.
Estimular el crecimiento de actinomicetos
Ese filamento que forma un hongo blanco en los contenedores de compost es una gran parte del proceso de descomposición. Por esta razón, es importante fomentar un entorno que favorezca el crecimiento de las bacterias. Un suelo moderadamente húmedo que tiene poca acidez favorece la formación de más bacterias. También deben evitarse las condiciones de pH bajo y el suelo anegado.
Los actinomicetos necesitan un suministro constante de material orgánico para comer, ya que no tienen forma de crear su propia fuente de alimento. Las pilas de compost bien aireadas mejoran el crecimiento de bacterias. En una pila de compost bien cuidada, se encuentran presentes niveles beneficiosos de bacterias, hongos y actinomicetos, y cada uno realiza su especialidad particular, lo que da como resultado un compost terroso oscuro.
